De las entrañas
de la tierra,
brota con ímpetu
el magma.
Torrentes de fuego,
que al contacto con
la atmósfera,
se solidifica en piedra.
Vapores emanados,
consolidándose
en lluvia,
que al caer a la tierra
forman nuevos
arroyos,
que se convierte en afluentes,
de lagos, lagunas y ríos.
Con el pasar del tiempo,
la erosión,
el agua y el viento,
esculpe y transforma
la roca,
aportándole
su medio ambiente.
El movimiento
de las capas geológicas,
modela y asciende,
y de las grietas surge la simiente,
que proveerá,
la vida.
Se extiende
la vida,
en una espesa vegetación,
nacen células,
y microorganismos,
proporcionando carácter,
a la existencia animal y
humana.
El hombre ser
pensante,
creado a imagen
y semejanza de Dios,
se instituirá
para gobernar
el universo.
Establecerá
nuevas representaciones,
de las ciencias aplicadas,
destinadas a usurpar,
el tiempo y el espacio,
procurando evolucionar,
sin sospechar,
las consecuencias
de su creación.
Fotografía del autor |
Por: Ana María Rodrigues