INFORME
Yudith Heredía
(Coordinadora del Museo) y la Dra. Evelin Rivas (Médico), dan la bienvenida al
grupo de estudiantes del diplomado de cronistas comunales al museo de
antropología del estado Aragua, Maracay, donde los investigadores se dan cita
para adquirir conocimientos sobre el origen de las tribus asentadas en la
cuenca del Lago de Tacarigua.
En el recorrido por
el museo se pudo observar piezas prehispánicas de alfarería de la cultura
valenzoide de gran valor histórico, además de instrumentos musicales, elaborados
con huesos y caracolas, instrumentos de guerra (hachas, punzones en piedra,
vasijas de barro), instrumentos de trabajo, collares, elaborados con conchas y
otros elementos, además de amuletos y urnas funerarias en vasijas en forma de
trompo, los cuales, formaban parte de la cosmovisión de pueblos originarios que
se asentaron hace miles de años en la cuenca del lago de tacarigua (Valencia)
en Carabobo.
El Lago de Tacarigua
o Lago de Valencia. Se encuentra ubicado al oeste, entre el Estado Aragua y el
Estado Carabobo. En sus yacimientos arqueológicos se han encontrado alfarería
con técnicas más elaboradas para usos religiosos, además de urnas funerarias en
forma de trompo, que permite fijar la misma en un terreno blando o húmedo donde
se enclava cerca del margen del lago.
Dentro de la urna
colocan el cuerpo en posición fetal, acompañado de inciensos y en algunos casos
el cuerpo era incinerado dentro de la vasija funeraria.
También se observó:
cráneos con deformaciones que consistía en colocarles dos placas de madrera en
la frente del cráneo del niño, que al crecer con la presión ejercida, tomaba la
forma deprimida, alargando o redondeando el cráneo. En algunos casos la presión
ejercía en el cráneo del niño tomando la forma de cejas y los ojos se achinaban
tomando sus características ancestrales de seres superiores.
Según investigaciones
estas prácticas eran realizadas para representar afiliaciones grupales, y
demostrar estatus sociales o algún medio para alcanzar atributos estéticos
deseables a la sociedad.
Entre las poblaciones
mundiales se puede mencionar a Egipto donde la alteración de los cráneos era
propia de faraones y clases altas. En
china y japon estas prácticas era de carácter religiosos.
Existen evidencias de
figuras de cerámica prehispánica donde comprueban los avances técnicos en
alfarería y belleza, demostrando las prácticas de deformación craneal tanto en
hombres como en mujeres.
Estas prácticas
fueron prohibidas por los colonizadores españoles, ya que consideraban que
enfermaban matándolos con inflamaciones encefálicas en los niños (as) debido a
la fuerza ejercida.
Ana
María Rodrigues Macedo
Cronista
comunal
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